El sueño de la inteligencia artificial es la creación de un sistema capaz de replicar las funciones del cerebro humano, al menos en lo que respecta a las llamadas funciones superiores (intuir, reconocer imágenes, manifestar deseos, etc.); de estas, la más ambiciosa es la del lenguaje natural.

Seguramente has escuchado de la prueba de Turin para la inteligencia artificial, una conversación donde un humano no pueda definir si está platicando con una computadora o con otro humano. Pues a partir de que Turin definió su prueba muchos investigadores y programadores han dedicado sus esfuerzos a desarrollar un sistema que logre pasarla. El primer y más famoso de estos programas se llama ELIZA: su mecánica era simple pero elegante, detectaba en las preguntas palabras clave y respondía a partir de un banco de respuestas predeterminadas. Sin embargo, dicha aproximación está limitada por el repertorio del banco de respuestas y definitivamente no implica inteligencia artificial dado que ELIZA no conoce el significado de las palabras, solo sabe que a la palabra A corresponde la respuesta A1. Por ejemplo cuando a alguien le preguntas ¿Cuántos años tiene usted? Un sistema programado para reconocer “años” y después buscar “tiene” y entonces contestar “número x”, pero un humano podría contestar dicha pregunta con otra pregunta, por ejemplo: “¿Por qué me habla de usted?”, o “¡¿Qué diablos te importa?!”, pero esas respuestas habitualmente solo son válidas en ciertas situaciones.

Desde entonces hasta ahora los programas han evolucionado, no solo en su programación sino a la par del poder computacional y así tenemos a Watson, la inteligencia artificial que ganó en Jeopardy en 2011. Sin embargo, a pesar de ser capaz de encontrar respuestas a muchas preguntas presentadas en lenguaje natural Watson no entiende las preguntas, simplemente tiene un mejor set de instrucciones acerca de cómo relacionar palabras clave con respuestas posibles.

A pesar de que no hemos (la humanidad, en Vinco Orbis no sé si ya lo intentamos) logrado conseguir aún el sueño de la inteligencia artificial, los programas que platican, los chatbots, han avanzado lo suficiente como para que se puedan usar en tareas sencillas principalmente en procesos de atención al cliente, o para apps de entretenimiento. Por ejemplo http://www.mitsuku.com/ platica con más de 400,000 usuarios a la vez en todo el mundo, algo que sería imposible para un humano.

¿Alguna vez has interactuado con un chatbot? ¿Cómo fue tu experiencia?